El viernes recibe Juan Yagüe el galardón como Segoviano de Mayor Proyección Empresarial

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01 Jun 2010

(2010-06-01).- La Federación Empresarial Segoviana (FES) entregará el próximo viernes sus reconocimientos anuales en el Pórtico Real de Segovia, entre los que se encuentra el Premio al Segoviano de Mayor Proyección Empresarial en el Exterior que ha recaído este año en Juan Yagüe Sevillano, domiciliado en Valverde del Majano. Yagüe es el fundador de los Eurocolegios Casvi, ubicados en las localidades madrileñas de Villaviciosa de Odón y Boadilla del Monte, que cuentan con cerca de tres mil alumnos. El primero de estos centros celebra durante este curso su veinticinco aniversario, pero Juan Yagüe lleva casi medio siglo dedicado a la educación, siendo además socio fundador de la Universidad Alfonso X el Sabio y participando activamente en distintas organizaciones empresariales, fundaciones y congresos nacionales e internacionales. En el 2003 ya fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. El diario El Norte de Castilla ha publicado la siguiente entrevista: -¿Qué supone para usted el premio que le otorga la patronal provincial como segoviano de mayor proyección empresarial? -Al tiempo que una gran satisfacción, emoción y alegría, un sentimiento de perplejidad por entender que se me otorga un reconocimiento a una vocación y trayectoria de vida, que, a pesar de suponer abnegación, entrega y sacrificio, es el camino que he elegido vocacionalmente. -¿Junto con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, es este el premio más importante de cuantos ha recibido? -Sin duda, porque éste viene de mi gente. La Medalla de Oro me hizo mucha ilusión porque en el ramo de la enseñanza hay poquísimos con este premio tan grande. Sin duda fue el no va más. Pero también me hizo mucha ilusión el San Alberto Magno de la Universidad San Pablo CEU al Maestro del año. -¿Por qué decidió dedicarse a la educación? -Siempre comento que soy empresario por accidente más que por vocación. Me dediqué a esto por subsistir y ganarme la vida, también porque me gustaba. Soy un empresario atípico porque no pensaba hacer de un colegio una empresa, aunque una cosa llevó a la otra. Estudié Humanidades, Filosofía y Teología en el seminario; y cuando salí empecé a trabajar como profesor en un colegio de Salesianos, dando clases de literatura, latín, griego y filosofía. Para mí, aquellos años fueron como un doctorado de enseñanza, mamé la afición a enseñar. -¿Ha cambiado mucho la forma de dirigir un colegio desde 1965, cuando usted empezó? -Ha habido un cambio en la forma pero no en el fondo. Yo he hecho siempre lo mismo adaptándome a los métodos modernos. Siempre con honestidad y austeridad como premisas. Dando importancia a una educación en valores, con orden, disciplina y diálogo. Básicamente la formación integral de la persona. El colegio tiene una parte formativa y otra informativa y luego están cambios, como que antes las pizarras eran de tizas y ahora digitales. -En todos estos años, ¿cuáles han sido sus mayores satisfacciones y dificultades como empresario de la educación? -La mayor satisfacción es ver cómo chicos que llegan al colegio como mediocres acaban siendo buenos, ver sus avances día a día es muy gratificante. Hace muchos años ya dije que no hay niños listos ni torpes, sino motivados o no motivados. Y dificultades todas. Empecé de la nada, salí del pueblo con 250 pesetas. He tenido que trabajar mucho, con austeridad y honestidad, con muchos sacrificios y a base de créditos y de pagar intereses altísimos. -¿Cuánta gente trabaja en sus colegios? -270 personas, entre profesores, mantenimiento y cocina. De ellos, casi 80 son segovianos. Empecé con muchos de ellos por echar mano a lo más cercano y siempre me han dado muy buen resultado. De hecho si se presentan a un puesto varios candidatos con similares características y uno es segoviano, cojo al de Segovia. Y es que siempre he dicho que soy y ejerzo de segoviano. Me gusta ser embajador de Segovia por donde voy. Salí de Segovia muy joven pero no he desconectado nunca. Tengo casa en Valverde del Majano, de donde era mi madre y es mi mujer, y voy casi todos los fines de semana y en vacaciones, pero sin olvidar que nací y me siento de Martín Miguel donde me hicieron un gran reconocimiento haciéndome hijo predilecto y dando mi nombre a una de sus plazas. Me siento muy agradecido. -¿Sus hijos continúan al frente del negocio? -Mis hijos han mamado a mi lado cómo funciona esto y ya se están haciendo cargo. Estudiaron sendos máster de Dirección de Empresas enfocados al mundo de la educación. -¿También tiene muy buenas relaciones con el mundo eclesiástico, pero sus colegios son laicos? -Sí. Nos definimos como católicos pero laicos, con todo el respeto. Aunque desde que salí del seminario de joven no he desconectado mi relación con el clero. Tengo amigos curas, obispos y cardenales. Especialmente tengo muy buena amistad con el cardenal de Valencia, con el de Toledo, Antonio Cañizares, que ahora está en el Vaticano y con el obispo de Ávila. -¿Su labor empresarial se ha desarrollado por algún otro sector, además de la enseñanza? -Algo en construcción, al tener un hijo arquitecto que se dedica a ello. Y también videojuegos educativos no violentos. Por otro lado y para completar la labor educativa, tenemos una finca en La Parra, en Arenas de San Pedro con 150 camas donde hemos creado un aula de interpretación de la naturaleza e inmersiones en inglés donde han acudido muchos segovianos a través del Ayuntamiento de Segovia. -¿Y en Perú una fundación benéfica? -Sí, en Piura. La mantenemos desde y por los colegios, con implicación de profesores, alumnos y padres. Se ha creado allí un comedor social donde damos unas 300 comidas benéficas diarias y estamos a punto de abrir unas aulas ocupacionales para enseñar oficios. Es una obsesión que tengo desde siempre y de la que estamos muy orgullosos.

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