Monseñor Teófilo Ayuso Marazuela nació en Valverde del Majano (Segovia) el 5 de marzo de 1906, en el seno de una familia muy humilde.
Tras pasar la primera infancia en su pueblo e iniciar sus años de estudio en el Seminario de Segovia donde cursó las humanidades y el ciclo de filosofía, fue becado por la diócesis de Segovia para ampliar sus estudios eclesiásticos en Roma donde se graduó con gran aprovechamiento, como doctor en Filosofía en la academia de Santo Tomás; doctor en Teología por la Universidad Gregoriana y licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico.
Su expediente académico y su prestigio, ya como estudiante, en este centro, fue tal, que la propia dirección del mismo le propuso para que cursara el doctorado en Sagrada Escritura, grado al que no se podía optar espontáneamente, sino por selección y a propuesta del claustro de profesores.
Dado que la beca del obispado de Segovia era para cursar solamente la licenciatura en Sagrada Escritura, este curso fue becado por el Papa, Pío XI para que pudiera cursar el doctorado.
A ello contribuyó en gran medida, además de su expediente académico, su primer trabajo de investigación titulado: “ Cesariense o Precesariense” dedicado a determinar el origen cesariense o alejandrino del texto del evangelio de San Juan sobre el que trabajó Orígenes en Cesarea de Filipo cuando se trasladó allí desde Alejandría el año 231.
Cumplido su ciclo estudiantil, el doctor Ayuso volvió a Segovia en 1932 ejerciendo primero como coadjutor en la, entonces, parroquia de Santa Bárbara, y como cura ecónomo ya en la de San Andrés en la capital.
En agosto de 1938 realizó las oposiciones para Canónigo Lectoral de la Seo de Zaragoza que ganó brillantísimamente.
A partir de este momento, centró gran parte de su actividad en la investigación bíblica y en la docencia que ejerció en el Seminario de Zaragoza, en la Universidad de esta ciudad y en innumerables conferencias impartidas en numerosos centros nacionales y extranjeros hasta su fallecimiento.
En 1947 fue invitado a incorporarse como “Miembro de Honor “ en la “Society of Biblical Literature and Exegesis” de Estados Unidos; el primer español que formó parte de esta selectísima agrupación bíblica.
En abril de 1950 fue galardonado por el C.S.J.C con el premio “Francisco Franco” de ese año, por su gran obra de investigación y crítica textual, en ocho tomos, llamada “Vetus Latina Hispana”, es decir, por lograr determinar el texto bíblico que corría entre las comunidades hispanas durante los cinco o seis primeros siglos de cristianismo hasta que fue sustituido por el texto de la Vulgata de San Jerónimo.
El 16 de abril de 1951 fue nombrado Prelado Doméstico de Su Santidad, honor por el que, en adelante, se le conocerá como Monseñor Ayuso.
En 1954 fue galardonado con la Medalla de Oro de la ciudad de Zaragoza.
Dos años después-1956- se le concedió el premio “Juan March” a las Letras Sagradas, premio al que no se optaba, te elegían, y su cuantioso importe – 500 mil pesetas de aquellas fechas- lo donó para que pudieran estudiar en Roma, a seminaristas de Zaragoza y de Segovia alternativamente.
Este mismo año, y con este motivo, su pueblo natal le distinguió con el nombramiento de Hijo Predilecto, rindiéndole un concurridísimo homenaje al que asistieron autoridades eclesiásticas y civiles de Segovia y Zaragoza, actos a los que se sumaron el Ayuntamiento de la ciudad concediéndole la Medalla de Oro y la Diputación Provincial nombrándole también Hijo Predilecto de la provincia.
La vida de Monseñor Ayuso sigue transcurriendo entre la investigación bíblica, la publicación de su obra Vetus Latina Hispana y la colaboración en los trabajos de edición de la Biblia Políglota Matritensia, proyecto colectivo iniciado el año 1947 en el que él se responsabilizó de la edición latina de la misma, edición que constaría de siete idiomas, cada uno a cargo de un eminente profesor y su correspondiente equipo.
Durante varios años Monseñor Ayuso fué codirector del proyecto junto con el P.Bover S.J. y el profesor Cantera Burgos. Tras la desaparición del P. Bover, recayó sobre Monseñor Ayuso la responsabilidad de coordinar y dirigir a todo el equipo que trabajaba en este proyecto, cosa que realizó con todo el entusiasmo, tesón y capacidad que le caracterizaban, pero su inesperado fallecimiento le impidió verlo coronado.
El primer tomo, de las dos series a él encomendadas, que salió publicado, fue el Psalterium Visigótlicum-Mozarábicum que constituia el tomo 21 de la serie VII. Se trataba de la edición crítica del Salterio Mozárabe y se publicaba por primera vez. Este texto es la expresión más característica del antiguo texto español prejeronimiano. Era el año 1957.
El segundo en aparecer fue también suyo, con el título Psalterium Sancti Hieronimi de Hiebraica Veritate. Era también el tomo 21 pero de la serie VIII y el año 1960.
Sus conocimientos y prestigio hacían imprescindible su presencia en cuantos acontecimientos de carácter científico, cultural o religioso se celebraban en España y así le vemos como ponente en el Congreso Eucarí stico Nacional de Granada en 1957, cerrando el ciclo de intervenciones con su magnífica ponencia titulada: “La realidad eucarística del capítulo VI de San Juan”. Igualmente le vemos organizando el V Congreso Eucarístico de Zaragoza en 1958.
Fue nombrado “Professore Associato” de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma para explicar la disciplina titulada “La Biblia Latina en la Patrología española”, una forma bien explícita de reconocer su autoridad en la materia. Era tanto como hablar de la Vetus Latina Hispana con otro título, porque ¿ qué era hablar de la Biblia Latina a través de los padres españoles sino el contenido de la Vetus Latina Hispana?.
En 1960 se le nombró Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia, y en el año 1962 fue designado igualmente “Consultor Episcopal en el Concilio Vaticano II” en su doble condición de teólogo y escriturista y en esa condición asistió a las sesiones preparatorias hasta su fallecimiento el 18 de septiembre de 1962.
Esta enterrado en la cripta del Pilar junto con los obispos y arzobispos de Zaragoza que han muerto en el ejercicio de sus funciones episcopales.
Se ha publicado un estudio muy completo, -seiscientas páginas- sobre Monseñor Ayuso, titulado “Vida y obra de Monseñor Teófilo Ayuso Marazuela”, del que es autor el historiador Pablo Gallego Martín.