Las altas temperaturas y el fuerte viento han elevado el riesgo de incendio de modo que se aumentan las restricciones en toda Castilla y León. El nivel de alarma obliga a detener completamente labores agrícolas como cosecha del cereal y empacado de paja, los días del 14, 15 y 16 de agosto. También se prohíbe realizar trabajos en el monte y franja de 400 metros con maquinaria que pueda generar deflagración, chispas o descargas eléctricas.
Se prevé que el sábado 14 y el domingo 15 de agosto haya viento de componente oeste-suroeste mantenido, de 15 a 35 kilómetros por hora, con fuertes ráfagas. En algunos momentos, el viento será especialmente intenso y desecante en el centro y noreste de la meseta. Se prevé cierta mejoría el 16 de agosto.
Todo ello se suma a las condiciones de altas temperaturas y baja humedad relativa de estos días y se acompaña de un importante incremento de la velocidad del viento. Además, este año por el gran desarrollo de la vegetación herbácea, ya totalmente agostada, estas situaciones se pueden complicar, lo que obliga a detener completamente las labores agrarias en estos días.
Aunque mejoren las condiciones meteorológicas el día 16, sigue siendo necesario el mantenimiento de estas medidas para evitar situaciones de incendios de gran intensidad porque, aunque el lunes descienda la temperatura, se espera un incremento importante de inestabilidad atmosférica.
Ante esta situación, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente declara la situación de ‘alarma meteorológica’ los días 14, 15 y 16 de agosto. Durante estos días se solicita a la población que extreme aún más las precauciones y avise inmediatamente a través del 112 de la existencia de posibles incendios forestales.
Estas circunstancias meteorológicas agravan el ya elevado riesgo de incendios que tenemos en la Comunidad, por la alta probabilidad de ignición y la fuerte velocidad de propagación prevista, lo que plantea un escenario donde la probabilidad de que un incendio se transforme en un Gran Incendio Forestal es alta. Esta situación es generalizada en toda la Comunidad, lo que ha llevado a tomar una medida común para todo el territorio.
Entre las medidas preventivas se recuerda que se prohíbe el uso de barbacoas; el uso de los ahumadores en la actividad apícola; se suspenden las autorizaciones de uso del fuego y de fuegos artificiales; prohíbe el uso de maquinaria en el monte y franja de 400 metros de terreno rústico cuyo funcionamiento genere fuego, como sopletes, soldadores, radiales; prohíbe el uso de maquinaria en el monte, cuyo funcionamiento pueda producir deflagración, chispas o descargas eléctricas; y prohíbe el uso de motosierras en el monte.
Los campamentos juveniles podrán seguir con su funcionamiento habitual extremando la vigilancia y las medidas preventivas teniendo especial prudencia en el uso de los generadores, motores y las cocinas de campamento.