(2013-10-21).- Cerca de un centenar de familias jóvenes se han incorporado a la nómina de socios del Casino de la Unión desde que la directiva presidida por Pedro Pozuelo se hiciera cargo de la sociedad, a mediados del año 2008. Pero aunque la renovación de la sociedad a través de la entrada de las nuevas generaciones de segovianos es una garantía de futuro, los protagonistas de la velada de anoche fueron los que llevan media vida en una de las instituciones más antiguas de Segovia, con 177 años de edad.
Como todos los años, la agrupación homenajeó a los socios que han permanecido más de medio siglo en este colectivo, y que este año han sido cuatro: María Luisa Hernández (viuda de Fernando Abril Martorell), Valentín Pérez Rebollo, Luis de Andrés Soler y Francisco de Juan Sanz. Es uno de los acontecimientos más emotivos que vive la agrupación cada año, cuando reconoce la fidelidad de los miembros que han cumplido las bodas de oro.
Para una entidad como el Casino de la Unión, que está profundamente arraigada en la sociedad segoviana, el homenaje a sus socios más fieles y veteranos constituye un acto de justicia, además de un buen motivo de celebración.
El homenaje incluyó un concierto de piano y violonchelo a cargo de Vicente Seoane Ruano y Olga Gil Antona, una actuación que precedió a la entrega de las insignias de oro. La celebración concluyó con una cena-homenaje.
Como explican fuentes del Casino, los estatutos nacidos después del incendio de 1978 orientaron a la sociedad «en el sentido de entender la familia como un elemento integrador del Casino». La dilatada permanencia de estos socios «ha creado un espíritu de convivencia, de hospitalidad y participación que bien merece por parte de todos ofrecerles un sencillo homenaje a su afecto y memoria viva como historia importante de esta sociedad», señalan las mismas fuentes.