Los astados acusaron su flojedad y dificultaron las faenas. (2007-08-13).- Por segundo año consecutivo, Valverde acogió una novillada, esta vez picada, con una terna formada por novilleros segovianos, que deparó un festejo entretenido con momentos para degustar un toreo fluído y vistoso y unos novillos bien presentados pero adoleciendo de escasa fuerza, aunque nobles y bien presentados, salvo excepciones. Dos de ellos sufrieron tirones en sus cuartos traseros que dificultaron el toreo.
Todos los participantes tocaron pelo en su participación y se llevaron una oreja de cada faena. Ello permitiría que salieran por la puerta grande, pero sólo uno, Javier Herrero, lo hizo a hombros gracias a sus colaboradores. El novillero más veterano, Alberto Román, mató el primero muy rápido al ver su flojedad. En el cuarto de la tarde, se despachó con un derroche de muletazos aunque falló con la espada. Rafael Ayuso, torero y empresario, se esforzó en gustar al público. Brindó el primero a la familia Paniora. Se exhibió toreando de rodillas. También falló con la espada. Contó con los aplausos incondicionales del público local y el de El Espinar Finalmente, Javier Herrero, de Cuéllar, que brindó su primero toro al padre del ex torero Óscar González, protagonizó el mejor estilo torero. Se llevó un susto en el segundo cuando le conducía al caballo de picar. Pero se quitó el miedo con una buena faena de muleta. También falló con la espada. Tras la novillada, la suelta de vaquillas, afectadas también por el exceso de horas de encajonamiento.